LAS COSAS CLARAS
Benjamín Etxaburu: Una vez un monje franciscano fue a ver al
papa y le preguntó: “Santo padre, ¿se
puede fumar mientras se reza?”. “Por
supuesto que no, ¡rezar es muy serio!”, respondió el sumo pontífice. A
continuación fue un jesuita y le dijo: "Santo
padre, ¿puede rezarse mientras se fuma?". “Por supuesto que sí, ¡cualquier momento es bueno para rezar!”,
respondió ahora el papa. Moraleja, la misma propuesta obtiene distinto
resultado como respuesta, según cómo se presente la cuestión.
Un proyectil con una energía determinada produce una cantidad
de carne picada, un volumen de herida. Esto es así, porque sí. Esa herida puede
ser estrecha y profunda, caso de las producidas por las balas blindadas y
semiblindadas (hablando de armas cortas); o ancha y menos profunda en caso de,
por ejemplo, las provocadas por las puntas huecas. Mi consejo para cuando
habléis con vuestros jefes y políticos es:
- Si mentáis la punta hueca, sonará muy mal: tripas saliendo
por la televisión, en los programas sensacionalistas. Os van a mandar a tomar
por culo, directamente.
- Si nombráis la punta expansiva, la cosa sonará neutro y
mucho mejor. Pero como ni los jefes ni los políticos entienden de estas cosas,
seguramente os dirán que nanai de la China, que no se quieren pillar los dedos.
- Así pues, hay que hablarles de munición de baja penetración,
algo que suena de puta madre.
En fin, pedidle al alcalde, al jefe o al propio papa que os
autorice el uso de cartuchos de alta penetración, de esos que pueden llegar a
atravesar hasta dos personas (9mm Parabellum blindado y también semiblindado). Cuando
os digan que jamás de los jamases, contestadle que esa es, precisamente, la
munición que estáis obligados a utilizar, porque es justo la que ellos
adquieren y la que os entregan como dotación reglamentaria de uso forzoso.
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