DROGAS AL VOLANTE
BALCÓN DEL ESTRECHO. ONDA
CERO ALGECIRAS
Artículo de opinión (06/02/2017)
Por Ernesto Pérez Vera
Por Ernesto Pérez Vera
Hace pocos días despertamos con la horrible noticia de que en
Madrid había sido detenido el conductor de un autobús escolar que, tras volcar
con 25 chiquillos en su interior, había dado positivo en consumo de cocaína. Un
maldito desgraciado, como miles de conciudadanos con los que, sin saberlo
nosotros, coincidimos a diario en todas partes. Solo que en este caso, este
hombre, tenía en sus manos muchas pequeñas vidas humanas.
Pero no hace falta irse a Madrid. Si en cualquier municipio
del Campo de Gibraltar se hiciesen controles de ingesta de sustancias
estupefacientes a los conductores de vehículos privados y has de servicio
público, nos llevaríamos las manos a la cabeza o saldríamos corriendo. Y es que
si el número de positivos es altísimo en cuanto al consumo de bebidas
alcohólicas, usando los famosos y temidos alcotest, no les digo nada sobre qué
puede suceder el día que nuestros policías locales cuenten en su haber con
narcotest, los aparatos que detectan la ingesta de drogas.
Si bien es cierto que nuestros municipales suelen
tener a su disposición detectores de alcohol en aire espirado, ya sean
entregados por la Diputación Provincial, ya sean prestados por la Jefatura
Provincial de Tráfico o ya sean adquiridos en propiedad por los propios cuerpos
de policía, igualmente es cierto que de detectores de drogas, nada de nada.
Porque, según parece, ni la Diputación ni Tráfico cuentan con estos medios a
nivel provincial. ¡Qué pena, Dios mío! Cuánto me hubiera gustado disponer de un
chisme de estos en mis tiempos.
Dicho esto, ¿por qué los 7 ayuntamientos de la comarca no
compran algún drogotest para sus policías locales? Mucho me temo que la breva
tardará en caer. Podría echarle la culpa a los políticos, que seguro que mucha
culpa tienen, pero dudo que todos los jefes de policía tengan interés en contar
con tales aparatos, por lo que quizá no los reclamen. Por cierto, en una
plantilla de por aquí cerquita se prohibió durante meses el uso del alcotest,
tras haber caído un político local en un control de los municipales. Si
asqueroso es que un elegido por el pueblo dé tan perra orden, como así ocurrió,
más deleznable y hasta delictivo es que un jefe de policía la ejecute (me
refiero a la orden). Un dato: casi la mitad de fallecimientos producidos en
accidentes de tráfico están apadrinados por las drogas, el alcohol o la
combinación de ambos venenos. De heridos que sobrevivieron, mejor no dar datos,
para no asustar más al personal.
He dicho, María.■
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