EL VALOR REAL DE LA POLICÍA LOCAL
BALCÓN DEL
ESTRECHO. ONDA CERO ALGECIRAS (04/4/2017)
Por Ernesto Pérez Vera
Hola, María. Hace 4 o 5 meses me asomé a tu balcón
radiofónico para hablar del blindaje contra el narcotráfico efectuado en la
desembocadura del rio Guadarranque; obra de ingeniería aplaudida por todas las
personas de bien. Pero ya dije, tanto en aquel momento como en otros muy
anteriores, que siempre hay que estar ojo avizor porque los malos, en este caso
los traficantes de drogas, suelen ir 1 o 2 pasos por delante de las fuerzas y
cuerpos de seguridad. Sí, he dicho fuerzas y cuerpos de seguridad, porque
aunque normalmente se tira de la coletilla ‘del Estado’, no siempre son las 2
fuerzas estatales, o sea, la Guardia Civil y la Policía Nacional, quienes
persiguen, atosigan y detienen a los malos. No obstante, no me quiero olvidar
de Vigilancia Aduanera, cuyos miembros también combaten estos delitos, aun sin
pertenecer a las fuerzas y cuerpos de seguridad.
Es por ello que hoy traigo a estas ondas la
intervención realizada por la Policía Local de San Roque hace pocas fechas en
el citado curso de agua, sin que esta fuerza pertenezca al Estado, sino a una
administración local. Me refiero a la ‘narcoembarcación’ intervenida por los
funcionarios sanroqueños, junto a la cual fueron decomisados 3.500 litros de
gasolina inseguramente almacenados. No es ninguna novedad que los municipales
incauten drogas y detengan a quienes mercadean con ellas, como del mismo modo
son muy frecuentes los decomisos de lanchas, remolques y vehículos destinados
al traslado de todo lo anterior, como es el caso de los 4 todoterrenos de alta
gama sustraídos y recuperados la semana pasada, también por agentes de San
Roque. Dado que la cabra tira al monte y yo he sido policía local, hoy quiero
poner en valor, con estos párrafos, la calidad profesional de quienes fueron
mis más íntimos compañeros. Dicho esto, que nadie me llame corporativista,
porque anda que no he puesto veces a parir a los míos, a los otros y a los de
enfrente.
Por cierto, muy pocos días después de haber ocurrido
lo de la gasolina oculta en una casa (menudo peligro), un guardiacivil fue
deliberadamente atropellado por un hijo de la gran perra que estaba intentando
alijar chocolate por la playa del Rinconcillo, aquí en Algeciras. Nada de
accidente, María, un homicidio en grado de tentativa por el que el agente de la
Benemérita ha tenido que ser quirúrgicamente intervenido de graves lesiones en
una pierna. Aprovecho este espacio para desearle una completa y pronta
recuperación.
Óyelo aquí: http://www.ivoox.com/balcon-ernesto-perez-vera-abril-audios-mp3_rf_17949621_1.html
Muchas veces me pregunto si esta condena nos viene
impuesta por la caprichosa localización geográfica que ocupamos en el mapamundi
o si influyen, también, factores socio-culturales. Creo que se trata del
maridaje de las 2 cosas, por lo que me temo que esto no es más que la
pescadilla que se muerde la cola; un bucle del que nunca vamos a salir.■
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